Aragonia (Zaragoza) (colaboración con el proyecto de Rafael Moneo, arquitecto)

Convertirse en el punto de encuentro de un área residencial densamente poblada es lo que pretende el Proyecto Aragonia y ello no sólo ocupando físicamente el vacío que hoy se produce entre las avenidas de Juan Carlos I y Juan Pablo II, sino también dotando a la comunidad de aquel espacio compartido capaz de dar cabida y albergar a todos aquellos servicios y aquellas prestaciones que reclama una vida en sociedad plena.

El Proyecto Aragonia se propone, por tanto, instalarse en la densa zona residencial que va de Delicias a la Romareda no mediante una afirmación monumental y sí, en cambio, procurando definir una arquitectura que nos habla de la riqueza y diversidad de la vida social hoy. Si debiéramos escoger rasgos característicos para definir la arquitectura del Proyecto Aragonia éstos serían “accesibilidad, diversidad, disponibilidad”. Querríamos que el Proyecto Aragonia fuese sobre todo accesible, convirtiendo el vacío existente en una isla urbana abierto a todos y, en primer lugar, a los vecinos del área residencial en que se inscribe. Pero dicho esto, forzoso es reconocer la vocación que el Proyecto Aragonia tiene de convertirse en lugar de referencia para todo aquél que vive en la ciudad de Zaragoza, lo que permite entender que hablemos también de diversidad y, en último termino, de disponibilidad.

Así pues, el Proyecto Aragonia no se entiende como una masa monolítica en la que prevalecen los rasgos característicos del volumen y sí como un conjunto de edificios que mantienen su identidad y su independencia, si bien comparten unas metas comunes. De ahí que imaginemos el Proyecto Aragonia como el resultado de hacer convivir edificios con usos y funciones diversas, algo que también se refleja en la disparidad de los materiales. Vemos, por tanto, las torres de vivienda en un aplacado cerámico azul, en abierto contraste con el muro cortina de vidrio nacarado, material que también se extendería a las áreas comunes de las plantas bajas, en las que el material citado —traslúcido— alternaría con vidrio transparente, en tanto que en la construcción del Hotel se recurriría a un material de resonancias clásicas como la piedra. El Proyecto Aragonia como resultado al que lleva una paleta de material diverso, vivo y animado, aquélla a la que lleva el uso de los sistemas de construcción hoy en día.

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