En solar en el que esta situado el centro polivalente de Nueno se encuentra en el corazón del pueblo. Su reordenación y edificación debía resolver no solo un programa concreto sino también acabar de conectar el conjunto de calles que ahora mismo quedan interrumpidas en sus lindes.
La propuesta dispone, por tanto, en primer lugar, una vía en el extremo sur que, además de ordenar el acceso a los distintos usos aspira a unir el centro del núcleo con la zona del ayuntamiento. Adosado a esta nueva calle, el edificio se pliega en planta para adaptarse al programa y también en sección para acabar de caracterizar los espacios. Así, sobre un zócalo quebrado pero continuo emergen dos volúmenes independientes de cubiertas inclinadas. Tras la edificación, a la cota superior de la parcela, se dispone la piscina municipal, así como la zona de playas vinculada a la misma. Este espacio verde resuelve el contacto de la parcela con las viviendas del perímetro.
Entre los dos volúmenes que emergen del zócalo aparece una escalera que da acceso, desde el exterior a la piscina. El acceso a esta parte superior del solar se puede producir, bien desde el interior, bien desde el paso central o bien desde la propia calle nueva, dándole la vuelta al edificio.
Descrita la volumetría pasaremos a describir el programa. En la planta baja estarán situados la cafetería, así como los espacios auxiliares de la misma como cocina, baños y almacenes. Desde el interior de la cafetería se accede, a través de la escalera a la tienda de la planta superior y, a través de la misma a la piscina. Este espacio de tienda hace las veces, cuando esta en uso, de punto de control de accesos a la piscina y de pequeño bar de servicio a la misma.
En el otro volumen superior se sitúan los vestuarios de la piscina, la maquinaria de depuración y un espacio destinado a local social o espacio multiusos para el pueblo. Cada espacio tiene su acceso independiente y una superficie adaptada a sus necesidades.
Las grandes aperturas garantizan un buen nivel de luz natural y ayudan, además, a caracterizar los espacios interiores y a reconocer el nuevo edificio como una intervención contemporánea.
El material de la fachada, a base de mortero coloreado, pretende dar continuidad a la animada volumetría y hermanarla con las edificaciones del entorno. La teja árabe de la cubierta atiende también al conjunto de cubiertas del núcleo. De la misma forma en la que la geometría animada resulta clave para adaptarse a lo irregular del solar, los materiales permiten hermanarlo con los edificios del entorno.